El pasado viernes, Saprissa, saltó al campo con la mirada puesta no solo en San Carlos, sino en un objetivo mayor: el liderato en el campeonato nacional.
El partido comenzó como se esperaba: con el balón teñido de morado. Desde el silbatazo inicial, Saprissa mostró el pulso de un equipo que ha aprendido a dominar los ritmos del juego. El balón iba y venía entre toques cortos y precisos, y San Carlos, pese a sus intenciones, se vio relegado a aguantar, a resistir.
Fue Marvin Loría, con su talento de media distancia, quien rompió la espera. Corría el minuto 33 cuando, con una serenidad que solo dan los buenos momentos, conectó un disparo que trazó una línea perfecta hasta el fondo del arco. El grito de gol fue más que un estallido: fue un aviso.
Ya con la ventaja, el equipo de Paulo Wanchope no bajó la guardia. Al contrario, aumentó la presión, ajustó líneas y no dejó espacio para que San Carlos soñara con una reacción. La sentencia llegó en el 76, cuando Nicolás Delgadillo, tras una triangulación con Azofeifa y Sinclair, se coló entre los defensas y empujó el balón con la naturalidad de quien sabe que el destino está de su lado.
Con el 2-0 en el marcador, Saprissa cerró el telón de un duelo que dominó de principio a fin. La victoria no solo alargó su racha invicta contra San Carlos a 16 partidos, una marca que ya roza lo histórico, sino que confirmó que los morados llegan embalados al siguiente desafío: la Copa Centroamericana.
Un nuevo escenario, un mismo deseo
Pero no todo termina en el campeonato nacional. Mientras las luces del estadio aún parpadeaban y los cánticos de los aficionados morados se perdían en la noche tibaseña, el plantel ya pensaba en su siguiente reto: la Copa Centroamericana 2025.
Saprissa comparte el Grupo C junto a Motagua (Honduras), Verdes FC (Belice), Cartaginés (Costa Rica) e Independiente (Panamá). Un grupo que exige temple, recorrido y concentración.
La fase de grupos será breve, vendrán viajes a Belice y Panamá, antes de cerrar contra el poderoso Motagua en casa.
La misión está clara: clasificar entre los dos primeros y seguir en carrera hacia la gloria centroamericana. Saprissa quiere más. No se conforma con el dominio local. Su ambición, al igual que su historia, no conoce fronteras.
El equipo de Wanchope lo sabe: no basta con ganar. Hay que convencer. Y hasta ahora, lo está logrando.
Carrusel Morado
Si eres morado NO destiñes...
Aquí se alienta...
Somos CARRUSEL MORADO!!!
Problema al mostrar las entradas de Facebook.
Haz clic para mostrar el error
