La eliminación ante su eterno rival, Alajuelense, fue un golpe duro para Saprissa, y su técnico Paulo César Wanchope no tardó en salir al paso. Visiblemente afectado, ofreció disculpas a la afición morada, pero también lanzó un mensaje firme, cargado de autocrítica y exigencia de cambios dentro del club.
“Felicito a Alajuelense por su clasificación a la final, pero a nuestra afición le decimos que lo sentimos mucho. Teníamos toda la ilusión de pelear por el título 41”, expresó Wanchope, con gesto serio tras la derrota.
El entrenador fue claro al señalar que el equipo no estuvo a la altura en aspectos fundamentales como la entrega y la disciplina táctica. “No me gustó lo que vi. En una etapa final no se puede regalar nada, y fuimos superados en lo más básico: la lucha por cada balón”, criticó.
Wanchope también dejó entrever su inconformidad con el plantel que encontró al asumir el cargo. Pidió una evaluación profunda desde la gerencia deportiva y dejó claro que el rumbo debe corregirse. “Se deben replantear muchas cosas. Hay observaciones que compartiré internamente, pero lo cierto es que no podemos volver a clasificar con lo justo.”
Aunque asumió su cuota de responsabilidad, también remarcó que los problemas trascienden lo meramente técnico. “No busco excusas. Todos somos responsables. Pero hay que ser realistas: el equipo necesita fortalecerse y una mejor planificación.”
Pese al sabor amargo, Wanchope reconoció el esfuerzo de sus jugadores durante el cierre del campeonato, aunque admitió que no fue suficiente. “Se mejoró en defensa y hubo compromiso, pero no alcanzó. Hay que aprender de esto con la cabeza fría.”
Consultado sobre la falta de un delantero centro definido y el desgaste físico de algunos jugadores, el técnico subrayó que el problema va más allá de nombres. “Tuvimos un ‘9’, marcamos goles antes y después, pero si no hay funcionamiento colectivo ni agresividad, no sirve de nada.”
Consciente de que no hay tiempo para lamentaciones, el entrenador ya piensa en lo que viene. “Estoy preparado para esto. No me derrumbo. Hay que replantear y arrancar el próximo torneo con más fuerza.”
El mensaje es claro: Saprissa necesita una renovación profunda si quiere volver a levantar títulos. De lo contrario, los trofeos seguirán quedándose lejos de Tibás.